Esta es la conclusión a la que arribó el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) en la nueva medición del Índice de Demanda Laboral (IDL), con información referida al mes de junio de 2008.
El IDL presentó una merma de 14.97% respecto de junio del año anterior. La caída de la demanda laboral está asociada a la desaceleración de la economía argentina que, si bien comenzó a notarse desde mediados del año anterior, se vio precipitada a partir del mes de marzo por el conflicto entre el gobierno y el campo.
La demanda laboral en la Argentina, vinculada a la desaceleración de la economía, registró un descenso de 5.70% durante el mes de junio, situándose en los 86.68 puntos.
En esta misma línea la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario, que de acuerdo con lo publicado en El Cronista, afirman que la demanda de empleo por avisos en Clasificados disminuyó 10,08% en junio, en relación a mayo. A su vez, las búsquedas de Agrupados descendieron 7,53%.
Sin duda, la situación del mercado laboral ha mejorado mucho desde fines de 2002. En ese entonces, el desempleo superaba el 20%, poco a poco se fueron eliminando los grandes desequilibrios existentes entre oferta y demanda. Sin embargo, existe otra coyuntura que genera incertidumbre: la recuperación del poder de negociación de los trabajadores y gremios y la inflación sin duda definen un escenario caracterizado por fuertes presiones nominales de subas salariales. Los costos salariales se multiplican, y las empresas tienen que enfrentar cargas sociales adicionales y una mayor rotación.
No es de esperar que esta situación cambie en los próximos meses. Lo más probable es que si el conflicto con el campo está impactando como se estima, esto siga empeorando. Esperemos, por el bien de todos, que se llegue a un punto de encuentro adecuado a las necesidades y prioridades de todos.
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