Me resultó interesante el artículo publicado por Intermanagers sobre la utilidad y optimización de las reuniones de trabajo. Su autor, Hugo Mannini, sostiene que "para que exista una reunión productiva, en la que se discutan abiertamente las ideas, haya intercambio de posiciones, y se planteen nuevas soluciones, la atención es la clave.... Además, corresponde que exista un estímulo que sea el que capte a las personas. Es decir, algo que haga dinámica e interesante a la reunión. Por último hay que destacar que la atención de los asistentes a una reunión va a depender de la comprensión que ellos tengan sobre el tema que se discute. Está claro que si en una mesa de trabajo hay personas de distintas áreas de la empresa y cada una trata "su" tema, el resto poco podrá participar y, por ende, se disipará".

Qué temita el de las reuniones, sobre todo cuando se convierten en instancias donde en vez de discutir, consensuar, e integrar se convierten en una simple enumeración de decisiones ya tomadas, donde se "piden cuentas" de lo hecho o no...

En lo personal creo que las reuniones son una de las principales herramientas de comunicación interna que tiene cualquier tipo de organización. Sin embargo, una de las cosas más odiosas que sucede es participar en una reunión que no ha sido planificada adecuadamente. Esto quiere decir que es prioritario tener los objetivos de la misma, saber quiénes van a participar, qué rol ocupará cada uno, cuál será la dinámica de la reunión, resultados esperados, tiempos asignados, etc, etc, etc. Muchas veces se podrían evitar idas y vueltas y hasta en algunos casos se podrían algunos temas sin reunirse personalmente, sino simplemente ordenando algún circuito, redefiniendo algún rol, o escuchándonos de verdad. Incluso hay muchas alternativas y dinámicas que no siempre implican la misma dinámica.

Coincido con lo que Mario Mactas decía en su blog: "Todas las agendas están superpobladas de reuniones , desde la primera hora hasta la caída de la tarde. El inconveniente es que si reunirse es el trabajo, no queda tiempo para la acción y los resultados: nuevas reuniones lo impedirán . A eso hay que agregar la moda de reuniones del tipo retiro espiritual, de muchas horas, de días, incluso. Un modo, un método que justifica, acuna y exalta la debilidad de las neuronas, la modestia de las ideas, la falta absoluta de entusiasmo, el enamoramiento del fracaso."

Evitemos el blah, blah, blah... tan desgastante y contraproducente.

1 comentario:

Lara Garcìa Costanzo dijo...

Todo esto tambien se aplica a las reuniones de compañeros de estudio. Puede ser una verdadera molestia hacer un trabajo en grupo sin reuniones bien planificadas.

Lara


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